Al principio del disco se oyen muchos sonidos en
los cuales Dulce Maria está explorando y se abona al trabajo que hizo pero el
disco está organizado al azar no parece que se hubiera definido un orden para
generar una experiencia con el disco y eso es malo porque no se logra conectar rápidamente;
las letras apuntan a una ruptura y de un corazón que está tratando de
recuperarse.
En general si se percibe el sonido que caracteriza
a Dulce Maria y escuchar el disco deja buenas canciones para agregar al
playlist personal sin embargo reitero que queda el sin sabor de que no es un
disco que al juntar sus canciones no hacen un todo.