La nueva novela de Dan Brown tiene todos los
elementos que siempre lo caracterizan, misterios, símbolos, historia, arte, personajes
enigmáticos, puntos de quiebre y cambios de historia. Sin lugar a dudas la
historia no decepciona.
La historia está basada en la respuesta de dos
preguntas que inquietan a la humanidad ¿de dónde venimos? Y ¿para dónde vamos? Ubicada
en España y con nuestro fiel protagonista el profesor Robert Langdon. Todo gira
alrededor de Edmond Kirsch un futurólogo famoso quien piensa dar un comunicado
revelando la respuesta de las dos preguntas las cuales destruirán los cimientos
de todas las religiones y aquí comienza la aventura.
El futurólogo es asesinado antes de revelar la
respuesta y Robert Langdon junto con Ambra Vidal la directora del museo donde
se expondría la respuesta entran en una carrera para poder desvelar las
respuestas teniendo al Rey de España, al Obispo principal del Rey, a la iglesia
Palmariana y a los medios en contra con la ayuda de un inesperado amigo del
séptimo reino.
El libro no es apto para todo público como es de
esperar pero el tema no es tan sensible como en otras ocasiones es la lucha
entre ciencia y religión por la definición del origen del universo, creacionismo
o la teoría de Darwin.
El libro tiene demasiadas explicaciones y tiene a
convertirse en un ensayo formal de temas relacionados con la física y no en el
fin que pretende vender, un libro de aventura y misterio por lo cual no es tan fácil
de leer como sus antecesores. Siempre es encantador leer sobre misterios y persecuciones
de la iglesia y la religión porque el secretismo que tienen esas historias
generan mayor emoción en la lectura.
El libro tiene un final más calmado de lo que
hubiera esperado ya que el fin de los protagonistas se dio sin ningún lío
adicional ya que no hubo tanto caos, pero las últimas páginas donde se revela
el culpable de todo lo que sucedió es la recompensa por la lectura; algo
inesperado pero totalmente obvio a la luz de los acontecimientos dentro del libro
y ese es el mejor momento de la lectura.
Hay sucesos fuera de contexto como la confesión del
Rey a su hijo, no aportaba nada a la historia pero como lector la esperaba para
conocer más a fondo las intenciones de las acciones que se suponían ordenaron,
pero su confesión solo fue algo inesperado pero sin sentido.
La historia le falta algo de misterios y giros como
los que acostumbra utilizar pero es una lectura entretenida, debido a lo
anterior hubiera podido tener menos páginas ya que el libro fue más explicativo
que emocionante. Se abona en gran medida la inclusión de temática de ciencia
ficción al estilo de Asimov ya que uno de los personajes principales es un
elemento con inteligencia artificial que desarrolla perspicacia pero con la
realidad que no tiene sentimientos y peude ayudarlos de manera más certera.
Cuatro estrellas de cinco.
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